LUIS ROJAS

 

 

 

CUARTETO PARA FLAUTA VIOLÍN, VIOLA Y CELLO

Dentro del discurso compositivo de Luis Rojas, esta obra reúne ciertas condiciones muy particulares, desde incorporar el timbre de la flauta, muy poco usado por el compositor, hasta la estructura integrada por tres movimientos que, en cuanto al tiempo real, podemos dividir en dos segmentos.

 

El primer movimiento se presenta calmo y dialogal, el segundo, sumamente ágil y enérgico. Ambos, juntos, duran tanto como el tercero solo, éste último logra construir un clima pesado y contundente, pausado y grave, contrastando abiertamente con el particular timbre de la flauta.

 

Los recursos utilizados y los registros graves de los instrumentos, nos hablan de una marcha lenta, firme y apesadumbrada.

 

El despojo del material musical, tanto en lo formal como en el sentido de la obra, el hecho de no utilizar referencias que nos remitan a poéticas extra musicales, ni siquiera en el título, nos invitan a focalizar nuestra atención en lo puramente sonoro.

 

El movimiento central, o sea el segundo, conserva esa centralidad en el recorrido posterior de la obra de este artista. Anticipa rasgos que posteriormente serán permanentes.